Mi?rcoles, 05 de agosto de 2009
WCR09 - Un repaso a los mundiales de ROMA 09

 


Ya que toda la actualización de videos, artículos y noticias de los últimos días en Roma que voy a colocar ahora van con retraso, quiero al menos adelantarme a una de las dos únicas competiciones que nos quedan por ver de Michael en Roma, los 100 mariposa. La cita es esta tade a eso de las 18:49.
Se presenta como el gran duelo de los mundiales, como la final más esperada. La revancha de Cavic tras su apretada derrota en los pasados Juegos Olímpicos (todavía mucha gente cree que ganó él...). Para muchos, creyentes en las tesis conspiranoicas, sería hacer justicia la victoria del estadounidense de nacionalidad serbia, sobre el mediático campeón olímpico. En el duelo se ha unido un tercero a la discordia, el español Rafa Muñoz que, sinceramente, creo que no tiene nada que hacer entre los otros dos. Si se rajó con Cavic en la final de los 50, teniendo el récord del mundo, dudo que soporte la presión de esta final, sobre la que tienen puestos los ojos medio planeta. He de comentar que el españolito me parece un fanfarrón, que no siendo aún nadie en el mundo de la natación, se pavonea como una estrella

  

 

Y enlazamos retraso con retraso en la cobertura de estos mundiales... Debería dedicarme a tiempo completo todo el día para lograr llevar esto actualizado. Otros años más o menos lo hacía pero este no puedo... al decir esto me siento vieja, acumula responsabilidades... sobra decir que no me gusta un pelo (me estoy acostumbrando a ello supongo). Estos mundiales de Roma son los más polémicos que se recuerdan, y para tratar el tema realizaré a propósito un corta pega de artículos de El País, fundamentalmente, que nuevamente han realizado una buena cobertura del evento. Que no se me malinterprete pero, siendo la cobertura buena, a mi se me ha antojado escasa. Quizá el hecho de que la natación española tuviera algo que pintar en estos campeonatos, por primera vez en bastante tiempo, ha hecho que el espacio dedicado a lo “no español” de los mundiales se viera algo reducido y aquí nuestro apreciado Michael Phelps se ha visto algo perjudicado. Mínimamente perjudicado me atrevería a decir pues tras ganar el Oro el sábado en la final de los 100 mariposa al farruco serbo-estadounidense Cavic, le dedicaron un espacio en la portada, que repitieron el lunes, lo que pone a las claras la conciencia existente en este diario de la magnitud del deportista del que están hablando... deberían aprender otros. A veces, conscientemente, saco mi vena más frivolona, me gusta relajarme yo y, porque no, a los posibles lectores. Hablo de Phelps en términos superlativos y de nimiedades como su peinado, su vello facial, lo bien o mal que le sienta un bañador, etc. A veces me arrepiento de hacerlo porque tradicionalmente a las mujeres se nos ha marginado como espectadoras de deporte. Yo esto lo padezco desde pequeña, supongo que el tener un hermano mayor ha influido en mi carácter y desde muy pequeña estoy enganchada al deporte y por ello siempre he tenido la sensación de que por ello era un poco “chicazo”, a las chicas no se nos permitía disfrutar del deporte (cada hemos ganado más terreno en este sentido también, afortunadamente). Esta norma social me crispa los nervios, que a una chica le  guste el deporte tiene que responder o a que es un “chicazo” o a que le gusta físicamente un deportista, vamos a algo frívolo o “ajeno a su naturaleza femenina” ¡no es indignante! porque ¡nada más lejos de la realidad! Una disfruta con el deporte y más con toda esa mística que le rodea, y a la vez nos podemos sentir absolutamente reconocidas con nuestro género. Porque el deporte tiene alma, tiene un componente plástico y es el reflejo, entre otras muchas cosas,  de un estado de ánimo. Todavía me pregunto porque muchos (pseudo)intelectuales lo desprecian como alimento de las masas incultas, que autosuficiencia y estrechez de miras.

 

Vuelvo a Phelps, le admiro profundamente. Creo que es al deportista que más he seguido y admirado a lo largo de mi vida y ya tengo unos años (vale, tengo 25 tacos y la gente de 40 se ofenderá por esto, pero ya me siento con equipaje a las espaldas, modesto, pero equipaje). He visto a Jordan, a Indurain, a Federer, Sampras, Carl Lewis, Armstrong y otros grandes de los que ahora no hago memoria. Pero yo no he visto cosa igual. No os aburriré con mi momento descubrimiento Phelps en 2003 y la sacudida que me produjo cuando le vi nadar, fue una química especial. No voy de mística ni nada pero ya se intuía que ese chico tenía algo especial. De aquella le veía nadar y me emocionaba, saltaba y aplaudía como una tonta mientras en mi casa me miraban con cara rara y cierta suspicacia por mi afición por la natación (llena de hombretones enseñando pectorales, ejem, el deporte perfecto para quedar como una salidilla). Lo impresionante del asunto es que seis años después me sigue produciendo la misma emoción verle nadar. Es un imán, un deportista colosal que hace sombra a todos los que se le ponen al lado. Un ejemplo es la carrera del sábado, la final de los 100 mariposa. Si Cavic se hubiera enfrentado a cualquier otro nadador, un Rafa Muñoz, por ejemplo, y sin querer despreciarle, todo sería distinto. De Phelps lo puedes esperar todo, todo lo bueno claro. Jamás le he visto en una final taparse, esconderse, se vacía, va al límite si lo necesita, no se amedentra. Sus récords del mundo no los bate en las semifinales ¡ahí no se gana nada! Me llamó la atención una de las declaraciones que hizo Rafa Muñoz tras la final. Venía a decir que Phelps se había reservado en las series y en las semis de los 100 mariposa, que se había guardado un as en la manga. Lo decía como si eso fuera algo con lo que no contaba. Me llamó la atención y, sobre todo, me sorprendió. Hay que observar bien poco a Phelps y desconocer su trayectoria para pensar que él va a gastar una gota de gasolina más de la necesaria en las clasificatorias... Mirando su calendario competitivo, apañado iría si nadara todo a tope, su gasto es brutal con tantas pruebas que nadar. En cierto modo, las declaraciones de Muñoz y Cavic antes de la final de los 100 mariposa me parecieron atrevidas y poco inteligentes. Atrevidas porque están hablando del mejor nadador de la historia, un mito viviente, que se merece un respeto, está bien ser ambicioso pero no creerse mejor que el mejor de siempre. Eso se demuestra en la piscina, después de ganarle se pueden llenar la boca diciendo que le han vencido. Por otro lado, me parecen poco inteligente, porque le han picado. Si hay un Phelps invencible es un Phelps motivado y con un grano o varios en el culete. Siempre ha dicho que odia perder, es enfermizamente competitivo, no deja vivas a sus presas.

 

La final del sábado fue para guardar en video. En principio todo estaba en contra de Phelps (en la anterior entrada en el blog se pone de manifiesto mi acongoje ante la prueba). No voy a negar que a priori pensé que Phelps estaba vendido. Pero todo cambio en el primer largo. La clave estaba en que Cavic, velocista puro, no le sacará una excesiva ventaja en la primera piscina, como hizo en Pekín (tenía además la ayuda de los bañadores mágicos). Cuando habían alcanzado los primeros 30 metros, se veía que Michael iba a ganar. Fue impresionante su primer largo, la distancia visual con Cavic no tenía nada que ver con la que le sacó en Pekín. Le aguantó el tipo. E, increíble, la carrera que parecía que ganaría Cavic con cierta rotundidad, a mitad de carrera ya se sabía su resolución, ganaría Phelps. Tras el viraje impresionante comienza la apisionadora a recortar distancia. La mariposa es el estilo en el que más miedo me da Phelps, esa manera de batir que parece que se va a comer lo que tenga por delante, me pone la piel de gallina. El final apretado pero ganado con rotundidad para acabar con varias dudas de un tirón: las que todavía persisten de la final olímpica de Pekín y las generadas en Roma (tras su derrota en los 200 libres y las declaraciones provocadoras de Cavic que le había “robado” el récord de los 100 mariposa – tan anhelado por Phelps desde 2003 -, en las semis).  Su estallido de rabia y cómo se estira el bañador, una prueba de su carácter y una reivindicación en el sitio correcto, en la piscina y no en la rueda de prensa. Reconoceré una maldad, me gustó algo que hizo Phelps que no estuvo bien, ignoró a Cavic en la piscina y salió enrabietado de la misma. Esa prueba de carácter es una clara prueba de que tenemos Phelps para rato, Phelps grande, hambriento, con retos, motivado, ¡qué más se puede pedir! Bueno algo más sí, verle algún día nadar en directo, en alguna final olímpica, de mundial (cómo te envidio Pauleta Gui?o) . Se podía pedir también que fuera eterno, que no envejeciera.

 

Por último, tras un kilométrico post con muchas idas de pinza (son más de las 12 de la noche y estoy muy cansada hoy). Lo más traumático de los Juegos para Michael, perder la final de los 200 libres, personalmente no me dejó mal regusto de boca del todo. Biedermann, bueno una foto suya, ha pasado a formar parte de la taquilla de Phelps. Le verá todos los días, cada mañana. Una nueva pieza para mantener la voracidad del tiburón de Baltimore. El año que viene se presenta muy poco ajetreado, con pocas noticias (los Pan pacíficos, serán lo más interesante) , aunque en el blog seguiremos a lo que salga. Un blog que comenzó siendo de variedades y que poco a poco me ha monopolizado el genio, que tío, nunca tiene suficiente.




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Publicado por ananula @ 21:47  | Michael Phelps
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WCR09 - FINAL 4X100 ESTILOS WR

Y Michael y el equipo estadounidense terminaron los mundiales a lo grande. Ganando con récord mundial, la prueba más completa de los relevos. Decir que la posta de mariposa de Phelps fue espectacular y la que definió la carrera a favor de los estadounidenses:




Una entrevista para la Rai en la zona mixta tras la carrera, de regalo:






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Publicado por ananula @ 21:43  | Michael Phelps
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Domingo, 02 de agosto de 2009
CRÓNICA SANTI SEGUROLA:
"La rivalidad que alimenta al genio"



Hay una categoría superior a la de gran estrella del deporte. Es la del campeón que sale vencedor de las grandes rivalidades. Muhamad Ali necesitó de sus fieros combates con Joe Frazier para pavimentar definitivamente su leyenda. Larry Bird y Magic Johnson construyeron sus respectivos mitos a través de casi 13 años de enfrentamientos en la Liga Universitaria y en la NBA. Lo mismo hicieron Bill Rusell y Wilt Chamberlain, Carl Lewis y Ben Johnson, Jack Nicklaus y Arnold Palmer, y después Jack Nicklaus y Tom Watson. La rivalidad no solo consagra al vencedor, sino que dispara la popularidad de cualquier deporte. Michael Phelps es la demostración de este viejo axioma.

Phelps ha ganado 14 medallas de oro en los Juegos Olímpicos, ha batido tres decenas de récords mundiales y se ha establecido como el mejor nadador de todos los tiempos. Pero podría haber pasado a la historia como un campeón aburrido, un adelantado a su tiempo que no encontró los rivales suficientes para añadir a su perfil los rasgos de los mitos. Para un aficionado al deporte, las hazañas de Phelps en muchas de las pruebas se desdibujan por la falta de referentes. Es cierto que ha derrotado a excelentes adversarios en cada uno de sus éxitos en los 200 metros libres, 200 metros mariposa, 200 y 400 metros estilos. Nadadores como su compatriota Ryan Lochte y el húngaro Laszlo Cseh figuran por derecho entre los mejores de esta época. Sin embargo, al aficionado común le cuesta recordar sus nombres. No son generadores de una rivalidad que trascienda a la natación.

Lo que convierte a Phelps en algo más que una leyenda es su capacidad para ganar aquellas rivalidades que supuestamente no debía vencer. Su excepcional trayectoria está marcada por nueve años de éxitos, pero finalmente serán dos nombres los que colocarán a Phelps a la altura de los grandes genios. Uno fue Ian Crocker. El otro, Milorad Cavic. Los dos han exigido de Phelps actuaciones asombrosas en los 100 metros mariposa. Los dos han sido actores de una rivalidad histórica.

Desde los Mundiales de Barcelona 2003, donde Ian Crocker se impuso en la final, la prueba de 100 metros mariposa nunca ha contado con Phelps como favorito indiscutible, y en muchos casos ni como favorito. Sin embargo, siempre ha encontrado la manera de derrotar a sus dos fenomenales adversarios. Su capacidad competitiva estalla cuando se mide a gente que aparentemente dispone de tantas o más cualidades que él. Crocker le derrotó en Barcelona 2003 y en Montreal 2005, pero Phelps le derrotó por un dedo en los Juegos de Atenas. Lo mismo ocurrió en los Mundiales de Melbourne.

Cavic ha sucedido a Crocker. Es un sprinter puro, un fabuloso velocista que no tendría rival si la sombra de Phelps no planeara sobre la natación. En los Juegos de Pekín, perdió por una centésima en la carrera que aseguró las ocho medallas de oro del estadounidense. En los Mundiales de Roma trituró el récord mundial de Phelps en las semifinales y se le dio como seguro vencedor. Tenía dos ventajas: su marca y su bañador, más impermeable que el de Phelps. El español Rafa Muñoz declaró en las vísperas de la carrera que el primer puesto ya estaba asegurado: era de Cavic. Era lo lógico. Pero la lógica de Phelps es diferente. Donde encuentre el mayor de los desafíos ofrecerá la mejor de sus versiones.

En la final desplegó la clase de fuego que sólo está al alcance de los dioses del deporte. Atacó a Cavic con la vehemencia de los depredadores. No le concedió la ventaja que suponía Cavic en los 50 metros. No le dio el segundo de ventaja que esperaba el serbio. No pasó séptimo por la mitad de la carrera, como en Pekín. Cuando regresaron del muro, Cavic se encontró con Phelps apenas a un metro. El impacto fue evidente. Lo imposible sucedía de nuevo. Volvía el genio de la natación. Como tantas veces ocurrió con Crocker, tal y como aconteció en Pekín frente a Cavic, Phelps destrozó a su rival en los últimos metros, esta vez para bajar por primera vez de los 50 segundos y para imponerse en una prueba que le hace más grande que nadie. Y eso se lo debe en gran parte a los dos adversarios que le han procurado una rivalidad inolvidable

Fuente: marca.com


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Publicado por ananula @ 3:42  | Michael Phelps
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S?bado, 01 de agosto de 2009
CRÓNICA EL PAÍS:  Phelps vuelve a ser Phelps

DIEGO TORRES, Roma - 01/08/2009

Michael Phelps dignificó la natación y el deporte en una carrera que se inscribirá en la historia. Puede que este deporte evolucione hacia otras formas. Puede que la gran estafa que han constituido estos Mundiales, la avalancha de récords grotescos, no conmueva las conciencias de los representantes de la Federación Internacional (FINA), y estas reuniones se conviertan en exaltaciones tecnológicas rutinarias en las que los nadadores se convierten en meros instrumentos de la maquinaria industrial. Sea como fuere, Phelps inscribió un sello perdurable. Lo hizo con un bañador denostado, el Speedo, que los atletas ya no quieren pero que él se señaló tras la victoria. Lo hizo batiendo el récord mundial, rebajando por primera vez la línea psicológica de los 50 segundos (49,82s), y derrotando a su retador, Milorad Cavic, un histrión tan oportunista y provocador, tan insolente como necesario. Phelps lo necesitó más que nadie. "Las declaraciones [de Cavic] me queman por dentro", dijo. "Yo amo la competencia. Amo correr carreras. Amo esta carrera porque me hace sentir como ninguna otra. Los 100 mariposa son la carrera más cool".

El chico de Baltimore, que ya tiene 24 años, tenía mucho que perder en Roma. En los Juegos Olímpicos de Pekín el verano pasado se había convertido sin lugar a dudas en el mejor nadador de la historia. En la capital italiana usaba un bañador permeable que, de salida, lo situaba varias décimas por detrás de sus competidores embutidos en monos de goma. Se había pasado seis meses sin entrenarse después de los Juegos y no estaba en su mejor punto de forma. Además, las grandes corporaciones, sus clientes publicitarios, lo miraban con recelo tras la publicación de una foto en la que se le veía con una pipa de marihuana en una fiesta universitaria.

En este escenario adverso había que tener una motivación irracional para tirarse a una piscina a nadar los 100 metros mariposa contra dos tipos que amenazaban con bajar de 50 segundos. Uno era Cavic, el serbio, que tenía el récord del mundo con 50,01s. El otro era el español Rafael Muñoz, plusmarquista mundial de 50 mariposa. Dos balas enfundadas en material deslizante. Dos desafíos monumentales.

Rafa salió de la cámara de salidas y se quedó perplejo mirando el espectáculo que ofrecían Cavic y Phelps en su ritual duelístico. El cordobés se quedó tan fascinado que tal vez ganó el bronce por eso. Su táctica consistió en unirse a Cavic y nadar los primeros 50 a toda mecha para dejar a Phelps demasiado lejos en el viraje. "He salido bastante bien y he cogido a Cavic. Pero él ha hecho un viraje bastante rápido y me ha adelantado", recordó más tarde el español. "Tendría que haber pasado con él. Luego a la vuelta, en los últimos 25, he levantado el freno de mano y he quemado todo el combustible que me quedaba".

Rafa nadó bien. Llegó a la primera pared en segunda posición, por detrás del serbio y por delante del americano. Hizo 23,24s. Cavic hizo 22,69s. Phelps pasó el último con 23,36. Su entrenador, Bob Bowman, estaba tan nervioso que no miró la carrera. Sólo el panel que anunciaba el parcial. "Cuando vi que hacía 23,36 supe que ganaría", dijo; "ha sido su parcial más rápido".

Cavic se asombró: "No creí que Phelps me seguiría tan de cerca en los primeros 50. Cuando hicimos el viraje supe que el final sería apretadísimo. Tal vez gasté demasiada energía en la salida". La última piscina fue un calco de la final de Pekín. Una persecución maravillosa. Phelps, el depredador, en vuelo rasante tras las codornices. Primero pasó a Rafa. En los últimos 10 metros se ocupó del serbio. Lo superó en la última brazada, como en la capital china. Calculó mejor las brazadas. Optimizó su energía. Tenía la carrera en la cabeza antes de nadarla.

"Él se ha reservado energía en la semifinal y en las series", ponderó Rafa. "Siempre se guarda un as en la manga. Ha sido la carrera más rápida de la historia. Hemos nadado a dos metros por segundo. Ellos dos han conseguido bajar de 50s. ¡Un pecado! Cuando hemos terminado me le he acercado y me he dicho: 'Si le llamo Mike pensará que me dirijo a Mike Cavic. Así que le dije: '¡Phelps! ¡Good race!". "Yo lo miro", decía Rafa; "y tiene la misma estatura que yo, la misma espalda, hace los gestos idénticos a mí... ¡pero él es Michael Phelps!".


Publicado por ananula @ 23:55
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WCR09 - Video FINAL 100 mariposa

      

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Publicado por ananula @ 21:36  | Michael Phelps
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WCR09:  ¡ 49:82 para PHELPS !

Al borde del delirio sólo diré ¡qué grande eres Michael!



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Publicado por ananula @ 19:00  | Michael Phelps
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WCR09  - Previa Final 100 mariposa


Ya que toda la actualización de videos, artículos y noticias de los últimos días en Roma que voy a colocar ahora van con retraso, quiero al menos adelantarme a una de las dos únicas competiciones que nos quedan por ver de Michael en Roma, los 100 mariposa. La cita es esta tade a eso de las 18:49.
Se presenta como el gran duelo de los mundiales, como la final más esperada. La revancha de Cavic tras su apretada derrota en los pasados Juegos Olímpicos (todavía mucha gente cree que ganó él...). Para muchos, creyentes en las tesis conspiranoicas, sería hacer justicia la victoria del estadounidense de nacionalidad serbia, sobre el mediático campeón olímpico. En el duelo se ha unido un tercero a la discordia, el español Rafa Muñoz que, sinceramente, creo que no tiene nada que hacer entre los otros dos. Si se rajó con Cavic en la final de los 50, teniendo el récord del mundo, dudo que soporte la presión de esta final, sobre la que tienen puestos los ojos medio planeta. He de comentar que el españolito me parece un fanfarrón, que no siendo aún nadie en el mundo de la natación, se pavonea como una estrella. Pero vamos a lo importante. La vendida como emocionante final a priori no lo es más que en los titulare periodísticos porque Cavic es el favorito y Phelps poco o nada tiene que hacer para luchar por el oro. A los datos me remito. En las semifinales Cavic bajó el récord dejándolo en 50.01, al borde de bajar de los 50 segundos. Phelps tenía el récord del mundo en 50.22. Phelps estuvo años para conseguir esa marca y rebajar la antigua de Crocker que desde 2005 hasta 2009 fue imbatible, una marca de otro planeta. Me cuesta creer que si Cavic nada en tiempos similares a los de semifinales, Phelps le pueda hacer frente. Es mucho más lento en el primer 50, Cavic le saca más de un cuerpo, una distancia física y psicológica difícil de remontar en el extraordinario segundo 50 de Michael.

De todas maneras, no todo esta perdido, tengo mis esperanzas y confío en Phelps (dejo clara mi objetividad en dicha disputa). Mis esperanzas se reducen a que Cavic se acongoje en la final. Tengo altas expectativas en este sentido. Es un fanfarrón, pero ya en Pekín se arrugó y la cagó. Nadó muy rápido en semifinales, veremos si repite la hazaña. Por otro lado, Phelps está en más baja forma, pero batió el récord de los 100 en los trials, lo cual indica que al menos está rápido. Phelps en una final es impredecible y luchará hasta el final. La única incógnita y emoción que existe en esta final reside en la presencia de Phelps en ella, de él se puede esperar siempre lo mejor. Un clavo ardiendo más al que agarrarnos es el hecho de que Phelps nada herido, Cavic ha hecho declaraciones calientitas, y no hay cosa que motive más al de Baltimore que alguien le cuestine. El sentido común indica que Cavic ganará con rotundidad y que, es posible, que veamos al primer hombre que baja de los 50 segundos en la mariposa.

Dejo para abrir boca los videos de las series y las semis de Michael:




En el Foro estamos siguiendo la actuación de Phelps en el Mundial, así que si os apetece, por allí seréis bien recibidos

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Publicado por ananula @ 16:00  | Michael Phelps
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.·.MUNDIALES DE NATACIÓN - ROMA 2009 .·.


Acababa de escribir un kilométrico post sobre los mundiales de Roma, recogiendo algunas de mis impresiones sobre los mismos y se me ha borrado todo al intentar poner una foto, ante lo cual, además del lógico cabreo, me hace darme cuenta lo tonta que soy, porque no es la primera vez que me ocurre y nunca lo guardo antes de hacer arreglos... Así que voy a respirar profundo y a intentar volver a escribirlo. Soy consciente de que voy con mucho retraso, llevamos una semana casi de mundiales (técnicamente dos) y éste es el primer post que les dedico. La demora se debe a mi falta de tiempo en los últimos tiempos y no a mi desinterés con la cita, aunque los mundiales estén resultando aborrecibles en muchos aspectos, pero ya llegaré a ello. Comenzaré por Michael. Aunque en los últimos meses el seguimiento suyo en el blog ha disminuido, paralelamente a mi actividad en el mismo, creo haber manifestado mis bajas expectativas para estos mundiales post-olímpicos, quizá por una mera traslación de lo ocurrido con los de Montreal 2005, por ejemplo, en los que su actuación fue "discreta" (si ganar 5 oros y una plata se puede calificar como tal...). Phelps nada 6 pruebas en estos mundiales, con expectativa de ganar 4 ó 5 oros. Los handicaps con los que Michael afrontaba estos mundiales son notables. Tras seis meses de vacaciones, algún que otro escándalo (si va por lo de la pillada con la marihuana y sus amoríos), engordar unos cuantos kilos y llevar una preparación más relajada, con poca competición y ensayando nuevas técnicas para el croll, el sentido común hacía pensar en no esperar de sus resultados en estos mundiales demasiado, no viene en plena forma aunque en los últimos meses ha afilado su figura (no lo recuerdo tan delgado) . A todos estos elementos esperados, se ha unido uno nuevo y revolucionario, los bañadores de poliuretano, que no ha hecho más que romper el mundial.

Parece imposible hablar de estos mundiales sin opinar del verdadero protagonismo de los mismos, que no son otros que los bañadores de última generación. Y llegados a este punto, hay que posicionarse, o se está a favor o en contra, no hay medias tintas. Personalmente, estoy en contra, es una posición que puede sonar a conservadora pero creo firmemente en ella y no responde a cuestiones personales, es decir, que Phelps nade con ellos o no. También entiendo, en cierto modo, la gente que se posiciona a favor de su uso y critica la posición de Speedo, marca que ha sido la real iniciadora de esta batalla tecnológica y que se ve ahora desbancada y perjudicada (la marca y sus nadadores, que antes se habían beneficiado de la posición puntera de Speedo, dicho sea de paso Gui?o por el desarrollo tecnológico al que abrió la veda hace unos diez años. Pero yo voy más allá del componente comercial y económico que, evidentemente, se trasluce bajo toda esta polémica. A mi me interesa la natación como deporte, no como negocio. Y los ejemplos prácticos que avalan esta posición en contra de los "bañadores mágicos" son múltiples. Revisitemos la final de los 200 m. libres del pasado martes. Aquella en la que Phelps fue doble y dolorosamente batido por un alemán, Biedermann, que embutido en un Arena de última geneación, le ganó por un cuerpo destrozando su récord mundial ¿Quién es este nadador alemán a todas éstas? Resulta que Biedermann nadó el año pasado contra Phelps la final olímpica en Pekín, quedó sexto. Si comparamos la evolución en tiempos de este alemán entre el año pasado y éste, ha mejorado su tiempo en los 200 libres unos 6 segundos... no me he equivocado ¡6 SEGUNDOS ! En menos de un año este chico, en una prueba "corta" ha rebajado su mejor marca personal en 6 segundos, con todos mis respetos, eso no lo consigue ni el mejor nadador de la historia (sí, Phelps) en dos años entrenando los 365 días del año. A lo que quiero llegar, que creo que es evidente, el alemán no ha ganado porque sea mejor nadador que Phelps, le ha batido porque su bañador le confería una ventaja brutal (se habla de más de 1 segundo por hectómetro). El bañador hasta ahora era un instrumento al servicio del nadador, que le permitía mayor deslizamiento, pero no ganaba una carrera. Es evidente que ahora sí lo hace, las tornas se han cambiado. Desde el momento en que un sólo nadador, de las decenas que han competido en estos mundiales, no nada con un bañador de última generación, la competición está adulterada, no está en igualdad de condiciones. Es una opinión personal, que muchos compartirán y otros muchos no, pero mal vamos cuando los protagonistas de la natación han dejado de ser los nadadores y lo son los bañadores. Me duele ver a grandes campeones caido a la cola de los tiempos históricos en apenas un año, como es el caso de Thorpe, Van den Hoogenband, Hackett. Quienes los superan, con todos mis respetos, son nadadores que colocados a su lado son mediocres.




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Publicado por ananula @ 15:33  | Michael Phelps
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